Métodos de formación

Hoy en día existen varias metodologías, pero todas derivan de un legado básico de cuatro pilares metodológicos.

En 1661, en Francia se crea la primera La Académie Royale de danse considerada oficialmente profesional. Conocida como la Danza Clásica, se caracteriza por una extrema precisión en la ejecución y la elegancia del movimiento. En 1920 se integrarán los aportes de la escuela italiana y a partir de mediados del siglo XX, se acentuará los puntos extremos de los saltos y de la extensión.

Escuela Danesa, heredera de la tradición italiana, conlleva a desarrollar un estilo particular donde el trabajo virtuoso se basa en la rapidez de los pies. Las batteries, el acento, el porte, sobre el trabajo de piernas, la vivacidad en los pasos de enlazamiento y en el salto; con ligereza y  precisión rítmica.

En 1820 se funda la Escuela italiana de danza por Enrico Cecchetti. Tiene una gran tradición de pantomima. Sus características principales son la continuidad del flujo de movimiento en los desplazamientos y el centro de gravedad.

En Rusia, Agrippina Vagánova desarrolló el Método Vagánova, un sistema pedagógico que contribuirá a la formación de la Escuela Rusa. Este método aleja la graciosa gestualidad francesa, acentuando el peso, el aplomo al suelo, la fuerza del impulso y desarrollo de una elasticidad muscular extrema.

El ballet cuenta con una técnica bastante compleja. El elemento principal es la colocación, es decir la conservación de los hombros y las caderas en el mismo plano y paralelas la una a la otra en relación con el piso  incrementar la claridad y la precisión en el manejo de las direcciones. El torso en ballet funciona como una unidad que se mueve sutilmente en relación con el fraseo de la respiración de los movimientos y las combinaciones. La colocación del torso le da estabilidad al bailarín durante el desplazamiento de la pierna que trabaja, mientras la pierna de apoyo se estira hacia arriba. 

 

 

En 1920, cinco de las figuras más importantes del mundo de la Danza Adeline Genée, Tamara Karsavina, Lucia Cormani, Edouard Espinosa y Phillis Bedells, que a su vez representaban los principales métodos de enseñanza del momento, exactamente el 31 de diciembre de 1920, decidieron crear una Asociación de Profesores de Danza con el objetivo de mejorar el standard de la enseñanza del Ballet Clásico. Siguiendo el modelo de L’ Academie Royal de Danse, con el objetivo de corregir los múltiples errores que se daban en la danza en aquella época.